Cheesecake de Red Velvet sin horno

5 de 1 voto

Fácil de preparar y un gusto de comer, esta combinación de los sabores de tarta de queso y Red Velvet te va a encantar! Y todo esto SIN HORNO!

Raciones porciones

Tiempo de preparación 15

Tiempo de Enfriar 6

Tiempo total 6 15

Triturar las galletas para hacer migas. Usar una picadora eléctrica o poner las galletas en una bolsa de plástico y pegarlas con un rodillo de cocina.
En un bol mediano, combinar las migas de galletas y la mantequilla derretida hasta que esté uniforme.
Verter la mezcla en un molde desmontable y aplanarla con el fondo de un vaso hasta que cubra toda la base del molde. Poner en la nevera mientras preparas el relleno.

Batir la nata hasta picos rígidos. Se puede batir ambas cantidades de nata (relleno y decoración) a la vez; recordar solo incorporar la mitad en el relleno.
Poner el chocolate blanco y chocolate negro (ambos troceados) en un bol y derretir lentamente con un baño Maria o el microondas (instrucciones arriba). Prefiero usar el microondas en intervalos de 15 segundos, revolviendo entre ellos. Dejar el bol a un lado.
En el bol de una batidora eléctrica (o de pie), poner el queso crema y el azúcar glas y mezlcar hasta que estén combinados.
*En el caso de haber batido la nata en el bol de la batidora de pie, trasladar la nata montada a otro bol. No hace falta limpiar el bol de mezclar antes de añadir el queso crema.
Incorporar el colorante rojo hasta que llegue al color deseado.
Verter el chocolate derretido en la mezcla y mezclar hasta que esté incorporado uniformemente.
Usar una espátula o cuchara para incorporar la mitad de la nata montada (dejar la otra mitad al lado para decorar luego). Trabajar cuidadosamente para no desinflar la nata mientras se incorpora.
Verter el relleno en la base de galletas y meterlo otra vez en la nevera, 6 horas o toda la noche (preferiblemente) para asentarse.
Decorar con la nata montada restante (o batir más nata) y ¡a disfrutar!