Precalentar el horno a 170°C. Forrar el fondo de dos moldes redondos de 20-23cm con papel del horno.
En un tazón grande, mezclar la harina, el cacao en polvo, el bicarbonato de sodio y la sal. Dejar a un lado. Verter una cucharadita de vinagre en la leche medida y mezclar. Dejar a un lado.
En el tazón de una batidora de pie equipada con el accesorio de paleta, o en un tazón grande con una batidora eléctrica, mezclar la mantequilla y el azúcar a velocidad media durante 4-5 minutos.
Agregar los huevos y mezclar hasta que estén completamente combinados. Añadir el aceite, el colorante rojo, el extracto de vainilla y el vinagre restante y combinar bien. Raspar los lados del tazón según sea necesario.
Incorporar los ingredientes secos en tres adiciones alternando con la leche, comenzando y terminando con los ingredientes secos. Raspar los lados del tazón ocasionalmente. Ten cuidado de no mezclar demasiado la masa.
La masa terminada debe estar sin grumos. Distribuir uniformemente la masa entre los dos moldes preparados y extender la masa en una capa uniforme.
Hornear durante 22-28 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro de los pasteles salga limpio. Dejarlos enfriar en los moldes durante 15-20 minutos. Luego, sacar con cuidado los bizcochos de los moldes y colocarlos en la rejilla para que se enfríen por completo.