Quitar el envolutorio de los caramelos y meterlos en una bolsa con cierre. Cubrir la bolsa con un paño de cocina y golpear con un rodillo de cocina hasta que los caramelos estén triturados.
Picar los chocolates y colocarlos en cuencos (cada tipo separado).
Derretir el chocolate negro usando un baño Maria o el microondas. En el microondas, calentar en intervalos de 15 segundos. No sobrecalentar el chocolate -- se puede estropear! El calor residual del chocolate derretido puede derretir unos grumos que quedan al final.
Esparcir el chocolate negro derretido con una espátula en una bandeja forrada con papel de horno. Dejar asentarse por completo. Eso pasa a temperatura ambiente, o se puede meter en la nevera para hacerlo más rápido.
Derretir el chocolate blanco como en el Paso 3. Añadir el extracto de menta y revolver.
Esparcir cuidadosamente encima del chocolate negro asentado.
Espolvorear los caramelos triturados encima de la capa de chocolate blanco derretido, y dejar todo asentarse.
Cuándo esté firme, se puede romper o cortar en trozos y disfrutar!