En un tazón grande o de la batidora de pie, batir la mantequilla y el azúcar.
Incorporar el resto de los ingredientes salvo la harina: la yema del huevo, la melaza, el vinagre, el bicarbonato, la sal, y las especias.
Finalmente añadir la harina y mezclar hasta que la masa esté uniforme.
Aplanar la masa con un rodillo entre dos piezas de papel de horno hasta que tenga un grosor de ~7mm.* Meter la masa plana con su papel en la nevera para enfriar por completo. La masa fría se cortará más fácil y recogerá su forma mejor en el horno.
Sacar la masa fría de la nevera y quitar cuidadosamente uno de los papeles. Precalentar el horno a 175°C. Cortar galletas con un cortador y ponerlas en una bandeja forrada con más papel de horno.**Con los bordes de masa, juntarlos y aplanarlos otra vez entre los papeles. Dejar enfriar en la nevera mientras las galletas están en el horno. Repetir el proceso de cortar, hornear, y "re-usar" los bordes. Hornear las galletas a 175°C de 7 a 9 minutos (hasta que se vean mates). Dejarlas reposar 5 minutos en la bandeja antes de moverlas a una rejilla para enfriar por completo.
Para el Glaseado Real: Batir la clara de huevo con el azúcar glas hasta que forme picos. (Opcionalmente puedes añadir colorante alimentario.) Meter el glaseado en una manga pastelera y decorar a tu gusto. Dejar secar el glaseado antes de apilar las galletas.